Está siendo difícil convencer a tu ser querido mayor que haga ejercicio? Si pasa horas enteras sentado en su sillón favorito, y consideras que su vida sedentaria no le hace ningún favor, tienes toda la razón.
Por qué darse la molestia?
Muchas personas con demencia parecen perfectamente contentas con estar sentadas todo el día. Pero si bien descansar es siempre una buena idea, también lo es la actividad física. No sólo mejorará su salud física sino también su salud mental.
Beneficios de moverse más
1. Es bueno para el corazón y puede reducir la presión arterial alta.
2. Mantiene huesos y músculos fuertes, facilitando la movilidad e independencia.
3. Mejora el sueño.
4. Puede reducir el riesgo de caídas al mejorar la fuerza muscular y el equilibrio.
5. Mejora la autoconfianza y reduce la soledad especialmente si se hace ejercicio con otras personas.
6. Puede calmar la ansiedad y los paseos errantes.
No te inquietes si tu ser querido parece reticente a moverse. Intenta descubrir por qué. Tal vez ha perdido autoconfianza o tiene temor de caer. Transmítele confianza diciéndole que está seguro contigo (o con la persona que lo cuida) y si es necesario intenta usar un bastón o un “burrito” para que se sienta más cómodo y seguro. Si salen fuera de casa, asegúrate de que esté vestido adecuadamente para mantenerse abrigado y cómodo.
Tres hechos contundentes
1. Hacer ejercicio suave diario -30 minutos, 6 días a la semana- es tan bueno para los mayores como dejar de fumar.
2. El ejercicio regular puede potenciar partes del cerebro que se han encogido con la edad. Si estás preocupada por tu propia memoria, también puedes reducir el riesgo de desarrollar demencia haciendo caminatas rápidas de 30-40 minutos 3 veces a la semana.
3. Existe un tipo de ejercicio particularmente útil para prolongar la movilidad e independencia: ejercicio de fuerza muscular o entrenamiento de resistencia. Se trata de actividad física con peso o resistencia para trabajar los músculos. Algunas opciones son subir escaleras, caminar en subida, cargar bolsas de compra, jardinear, o entrenar con pesas.
Reglas doradas del ejercicio en personas con demencia
• Que sea simple: Un plan de cuidado diario debe incluir actividad física. Podría ser tan simple como caminatas de 15 minutos, hacer alguna tarea hogareña o jardinear suavemente.
• Que sea entretenido: Qué le gustaba hacer antes? Bailar, nadar o caminar? Puede ser más fácil retomar una actividad previa. Por ejemplo, podrían planificar ir al taller de baile de la municipalidad y así no sólo reforzar musculatura y flexibilidad, sino también enriquecer su vida social. El nado supervisado también puede ser una gran actividad y un relajante natural. Mantén una mente abierta!
Y qué pasa si….
• No hay mucho dinero?…La actividad física no tiene por qué costar mucho. Un par de zapatillas decente es todo lo que se requiere para caminar y muchos municipios organizan actividades de ejercicio gratis o a muy bajo costo para los mayores.
• Ya no tiene tanta movilidad?…No permitas que eso sea obstáculo. Si la persona mayor de tu interés usa silla de ruedas o está muy frágil para estar de pie por mucho tiempo, existen programas de ejercicio sentado. Con una mirada positiva podrías sorprenderte de todo lo que hay disponible.
Darse la molestia de insistir suavemente, de convencer de a poco, sobre la importancia del ejercicio es otra –de muchas- señal de amor por tu ser querido. Juégatela!