Descubre algunos consejos para realizar esta labor y mejorar el bienestar de tu ser querido.
La demencia es una condición crónica, caracterizada por el deterioro de diversas funciones cerebrales, que se acompaña de cambios conductuales, síntomas cognitivos y psicológicos.
Este síndrome no sólo afecta la salud de quién lo padece, también provoca costos familiares, económicos y sociales. Generalmente, cuando se diagnostica a un integrante de la familia, se deben realizar cambios importantes en la organización y estructura, dado que el cuidado comienza a ser lo primordial en las tareas cotidianas.
Ayudar diariamente a un familiar con demencia no es sencillo y puede resultar igual de abrumador para el paciente como para el cuidador, sobre todo si no se cuenta con el apoyo de especialistas externos. Sin embargo, en Liv Up queremos entregarte algunas recomendaciones que pueden ser útiles en esta labor.
El hogar
Es importante adaptar la vivienda y el entorno para que la persona con demencia pueda desenvolverse mejor. Por ejemplo, evitar alfombras o muebles con los que pueda tropezar, guardar en lugares inaccesibles los objetos o sustancias que sean peligrosos, colocar en la tina barras de sujeción y gomas antideslizantes.
Vestimenta
Al momento de ayudar a un familiar o ser querido a vestirse, es esencial tener respeto por la otra persona y hacerlo partícipe de la tarea. Algunas recomendaciones son, preguntarle sobre sus preferencias de color, tejido o prendas; organizar el clóset de forma que sea fácil acceder y por último, elegir ropa y calzado cómodos.
Las comidas
Muchas personas con este síndrome pueden llegar a olvidar cuáles son sus alimentos favoritos, cómo utilizar los cubiertos, o cuándo comer y/o beber agua. En estas situaciones, se aconseja establecer un horario y rutina para servir la comida, poner alarmas para recordar beber liquido, preparar platos fáciles de ingerir y acompañarlo en todo momento pero siempre haciéndolo sentir autónomo e independiente.
Comunicación
Para establecer una conversación con una persona con demencia, es necesario hablar despacio, de forma clara y utilizar frases cortas y sencillas. Además, si se generan discusiones o situaciones violentas -las que pueden ser comunes debido a los efectos de la enfermedad- se debe mantener la calma y dejar un tiempo hasta retomar el tema o actividad. Es importante evitar castigos y gritos, porque con ello se conseguirá alterar aún más a la persona.
Actividades
Realizar ejercicios o actividades ayuda a estimular la agilidad mental, mejora la capacidad de concentración y mantiene a las personas en contacto con la realidad. Es ideal que el cuidador motive a su ser querido o familiar a mantenerse activo, por ejemplo, armando puzzles, memorizando refranes, saliendo a dar un paseo a un lugar tranquilo o realizando manualidades.
Es recomendable que el encargado de cuidar a una persona con demencia, se contacte con otros que estén pasando por la misma situación, asociaciones o expertos en el área, para que puedan aconsejarlo o apoyarlo de la mejor manera.
¡Pon en práctica estos tips y compártelos con tus amigos y familiares!
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